Prevención: el contacto con animales infectados o con su piel, pelo y cerdas, constituye el origen de la infección en el ser humano. Medidas de control: eliminación de cadáveres de animales por cremación o enterrarlos profundamente, descontaminación de productos animales, uso de ropa protectora al manipular material infeccioso y inmunización de animales domésticos con vacunas de bacilos vivos atenuados.